¡Bienvenido a bordo! ¡Abróchense los cinturones y disfruten del viaje! Próxima parada: McAllen, Texas.
Después de un ligero retraso en el aeropuerto de Dallas-Fort Worth, llegamos a McAllen, Texas. A nuestra llegada, el director del proyecto, Larry, junto con el voluntario de Mennonite Disaster Service, Roger, nos esperaban para transportarnos a la primera iglesia Metodista en Weslaco, donde permaneceremos durante las próximas tres semanas. Desastre ambiental y respuesta con el servicio Menonita de desastres (MDS) es un curso de estudio y servicio diseñado para ser una experiencia de aprendizaje inmersiva y comprometida con la comunidad. Este curso de mayo, MDS nos colocó en el valle del río grande de Texas, donde seremos voluntarios en la Posada Providencia, un ministerio para personas en crisis de todo el mundo y un refugio de emergencia para personas que huyen a los Estados Unidos debido a la opresión política, desastres naturales y otras amenazas en sus países de origen.
En nuestra segunda mañana en Weslaco, fuimos en bus hacia el este, hasta San Benito, el pueblo donde se encuentra la Posada. Durante nuestra visita, recorrimos las instalaciones y nos familiarizamos con los servicios que se ofrecen a los refugiados que llegan a la Posada. Nos dimos cuenta del inmenso trabajo que hacen y de las innumerables horas de trabajo voluntario que acumulan para que la organización siga prosperando. La Posada se enorgullece de su lema: “Dar la bienvenida al extraño, hacer la diferencia”. Los visitantes son bienvenidos para hacer cambios positivos en la comunidad y cumplir con su responsabilidad cívica. La sustentabilidad ambiental es de gran importancia en la Posada; como la jardinería y la cosecha, tender la ropa para que se seque al aire libre, mantener al día con el compost y enseñar todo esto y más a los visitantes que llegan a la Posada. El aura de esperanza y resiliencia que llena la atmósfera en la Posada nos inspira a nosotros, los extraños, a hacer una diferencia positiva en la vida de otra persona.
Durante las próximas dos semanas nos concentramos en colocar una valla de seguridad alrededor de la Posada. Durante años La Posada ha estado sin ningún tipo de protección contra los peligros externos; el mayor peligro son los equipos de medios que se sabe que vigilan e invaden la privacidad del huésped. Los invitados que llegan pueden quedarse durante horas, días o incluso semanas, pero ofrecer una sensación de seguridad y privacidad puede hacer que su estancia sea más placentera. La Posada se esfuerza por hacer que sus huéspedes se sientan bienvenidos y como en casa. La mayoría, si no todo, del personal es bilingüe (inglés y español), y algunos incluso hablan francés, que es el tercer idioma más hablado en La Posada.
La Posada Providencia es un lugar en el que te sientes bienvenido. En cuanto pones un pie en la Posada puedes sentir una sensación de confort y empatía. La gente conoce las historias y las luchas por las que uno pasa para llegar a los Estados Unidos. A nadie que ingrese a La Posada se le niega la ayuda que necesite. Independientemente del género, raza, edad o sexualidad, todos en La Posada son bienvenidos con los brazos abiertos. Se ve a los huéspedes mostrando gratitud y respeto hacia la Posada a través de actos de bondad, como ayudar con el jardín, limpiar los dormitorios o simplemente sacar la basura sin que se le pida. Nadie en la Posada llega con malas intenciones, y solo busca ayuda y asistencia para navegar este difícil viaje a los Estados Unidos.
Nuestro trabajo en La Posada Providencia comienza hoy. El aumento en temperatura y el calor de Texas no nos impedirán hacer nuestra parte por esta comunidad y lograr hacer un impacto positivo en La Posada. Entre otros trabajos voluntarios, ayudaremos a la hermana Therese con sus clases diarias de ESL (Inglés como segunda lengua, English as a Second Language o ESL por sus siglas) y dar la bienvenida a nuevos visitantes. Esto nos dará a todos la oportunidad de poner en práctica nuestro español y socializar con los visitantes. ¡Estamos aquí por ellos y por cada uno de nosotros!
No olvidemos que mayo es el mes de la concientización sobre la salud mental. Aunque se nos anima a amarnos unos a otros, es de gran importancia amarse a uno mismo y dedicar tiempo a hacerlo. Estas próximas dos semanas y media no solo serán físicamente exigentes, sino también emocionalmente agotadoras. Veremos y escucharemos cosas que nos desafiarán y, con suerte, nos inspirarán a hacer cambios positivos en nuestras propias vidas. ¡Es un sentimiento gratificante extender la mano y que haya alguien más que dispuesto a alcanzarla y aceptarla!
Si desea obtener más información sobre cómo ayudar a La Posada, aquí hay un enlace a su sitio web. ¡Suba a bordo y sea parte de la familia!
— Joel Lara, graduado de Goshen College con maestría en arte y español